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Escribir telenovelas es como pasar un elefante por el ojo de un televidente. Hay que hacerlo despacio, cuidadosamente, y en 120 partes. Sin que, por supuesto, el televidente de cuenta de que es un elefante. Los elefantes no son románticos, ni atractivos, ni generan dependencia: son enormes, sucios, olorosos y brutales. Más allá de que uno pueda llegar a tomarles cariño. Que el amor es ciego, es verdad en la televisión más que en ninguna otra parte.
Escribir telenovelas es como pasar un elefante por el ojo de un televidente. Hay que hacerlo despacio, cuidadosamente, y en 120 partes. Sin que, por supuesto, el televidente de cuenta de que es un elefante. Los elefantes no son románticos, ni atractivos, ni generan dependencia: son enormes, sucios, olorosos y brutales. Más allá de que uno pueda llegar a tomarles cariño. Que el amor es ciego, es verdad en la televisión más que en ninguna otra parte.
Escribir telenovelas es como pasar un elefante por el ojo de un televidente. Hay que hacerlo despacio, cuidadosamente, y en 120 partes. Sin que, por supuesto, el televidente de cuenta de que es un elefante. Los elefantes no son románticos, ni atractivos, ni generan dependencia: son enormes, sucios, olorosos y brutales. Más allá de que uno pueda llegar a tomarles cariño. Que el amor es ciego, es verdad en la televisión más que en ninguna otra parte.Escribir telenovelas es como pasar un elefante por el ojo de un televidente. Hay que hacerlo despacio, cuidadosamente, y en 120 partes. Sin que, por supuesto, el televidente de cuenta de que es un elefante. Los elefantes no son románticos, ni atractivos, ni generan dependencia: son enormes, sucios, olorosos y brutales. Más allá de que uno pueda llegar a tomarles cariño. Que el amor es ciego, es verdad en la televisión más que en ninguna otra parte.
Los elefantes no son románticos, ni atractivos, ni generan dependencia: son enormes, sucios, olorosos y brutales. Más allá de que uno pueda llegar a tomarles cariño. Que el amor es ciego, es verdad en la televisión más que en ninguna otra parte